En la Cumbre Dice en Las Vegas, Neil Druckmann de Naughty Dog y Cory Barlog de Sony Santa Monica discutieron el tema generalizado de la duda en el desarrollo del juego. Su conversación de una hora cubrió inseguridades personales, discernir ideas viables y los desafíos del desarrollo del personaje en múltiples juegos.
Druckmann reveló sorprendentemente su enfoque de las secuelas: no las planifica. Se enfoca intensamente en el proyecto actual, tratando cada juego como independiente. Si bien surgen ideas de secuelas ocasionales, prioriza plenamente la realización del potencial del juego actual, en lugar de guardar conceptos para futuras entregas. Explicó que su proceso para secuelas implica revisar elementos no resueltos y arcos de personajes de juegos anteriores. Si no surge una dirección convincente, considera concluir la historia del personaje. Citó la serie Uncharted como ejemplo, enfatizando la naturaleza iterativa de su desarrollo.
Barlog, por el contrario, describió su meticulosa planificación a largo plazo, conectando los proyectos actuales con ideas concebidas antes. Reconoció el estrés inherente y el potencial de conflicto que surge de este enfoque, dada la dinámica del equipo cambiante y las perspectivas de evolución con el tiempo. Druckmann admitió que carece de la confianza para adoptar la estrategia de Barlog, prefiriendo concentrarse en tareas inmediatas.
La conversación se extendió al peaje emocional del desarrollo del juego. Druckmann compartió una anécdota sobre la perspectiva de Pascal sobre el arte como la fuerza impulsora detrás de su obra, un sentimiento con el que resonó profundamente. Reconoció el intenso estrés y la negatividad, incluidas las amenazas de muerte, pero enfatizó su pasión por la narración de cuentos y el privilegio de trabajar con personas talentosas.
Druckmann planteó una pregunta a Barlog sobre el punto de satisfacción creativa y la presión para demostrar su valía continuamente, especialmente teniendo en cuenta el reciente retiro del colega de Barlog, Ted Price.
La respuesta de Barlog fue sincera e introspectiva. Admitió que el impulso para la creación es implacable, una compulsión interna que persiste incluso después de lograr hitos significativos. Describió llegar a la cumbre de un objetivo creativo como estimulante y aterrador, ya que el "demonio" interno de la ambición busca inmediatamente el próximo desafío. Destacó la dificultad de apreciar los logros debido a este impulso incesante.
Druckmann se hizo eco de este sentimiento pero con un tono más medido, mencionando su intención de reducir gradualmente su participación en las operaciones diarias, creando oportunidades para que otros den un paso adelante. Él ve su eventual partida como un catalizador para el crecimiento dentro de Naughty Dog. Barlog, juguetonamente, respondió con una declaración de jubilación.
